Dolor, tripas y mierda

Fecha de Publicación
Etiquetas
  • depresion
  • identidad
  • suicidio
  • rutina
  • cumpleanos
  • pornografia

Letra

El café de sucedáneo a la mañana
no hay prisa para acelerar la prisa de mi pulso,
descafeinado, como estas ganas
ilusiones vagas, faltas de impulso.

La fecha anota mi derrota veintiuno
no traigas tarta, perdí el gusto a celebrar entierros,
soy un idiota en busca del punto exacto de dolor
que me haga decir basta y quitarme de en medio.

Pero de momento no sé si me faltan huevos
o me sobra esperanza de tiempos nuevos,
"Solo sé que no sé nada", dijo un ingеnuo
yo solo sé que no soy nada, y que me gustaría sеr menos.

Apuesto a que el aire no sufre lo que yo siento
la brisa y su canto muerto no conoce el llanto,
estar echo polvo y seguir en pie
para volver a ser polvo cuando la vida te mate.

El café de sucedáneo a la mañana
no hay prisa para acelerar la prisa de mi pulso,
descafeinado, como estas ganas
ilusiones vagas, faltas de impulso.

La fecha anota mi derrota veintiuno
no traigas tarta, perdí el gusto a celebrar entierros,
soy un idiota en busca del punto exacto de dolor
que me haga decir basta y quitarme de en medio.

Otra mañana que no incita a despertarme
otra nauseabunda tarde, otra noche que no dormiré,
siento como si me faltasen trozos de vida
he hibernado demasiado en la desidia.

Otro crepúsculo de pajas y pornografía
mi experiencia sexual descrito en dos líneas,
ese inicial amago de felicidad
esa desesperanza póstuma al suicidio del esperma.

Solo soy dolor, tripas y mierda
¡mierda!, no valgo para darme ánimos,
solo valgo para escribir mierda
lamentaciones sobre lo poco que valgo.

Algún día el cielo perderá este gris
¿o desde que perdió su azul no hay más que hacer aquí?
que decida el tiempo de momento
brindemos este trago amargo: cumpleaños feliz.

El café de sucedáneo a la mañana
no hay prisa para acelerar la prisa de mi pulso,
descafeinado, como estas ganas
ilusiones vagas, faltas de impulso.

La fecha anota mi derrota veintiuno
no traigas tarta, perdí el gusto a celebrar entierros,
soy un idiota en busca del punto exacto de dolor
que me haga decir basta y quitarme de en medio.

El café de sucedáneo a la mañana
no hay prisa para acelerar la prisa de mi pulso,
descafeinado, como estas ganas...

Análisis Lírico

Esta obra es el registro de un cumpleaños que Solitario vive como derrota. Cumple veintiún años con un café de sucedáneo y sin prisa por acelerar el pulso, consciente de que las ilusiones carecen de impulso real. Busca el punto exacto de dolor que lo obligue a abandonar la vida, pero reconoce la duda entre que quizá le faltan "huevos" o le sobra esperanza. Esta vacilación retoma la ambivalencia de "Atormentado", donde seguía vivo por inercia, y muestra que su relación con la muerte sigue siendo una combinación de deseo y curiosidad.

El poema recorre sus rutinas de apatía. Las mañanas no invitan a despertar, las tardes son nauseabundas y la noche se gasta entre pornografía y masturbación, como si la experiencia sexual solo pudiera resumirse en dos líneas. Esta confesión prolonga la frustración expuesta en "Jódete" y confirma que la fobia social no cede. La frase "solo soy dolor, tripas y mierda" condensa su autopercepción degradada y no se considera apto para animarse, solo para escribir lamentos.

Interroga si el cielo recuperará algún día el azul o si, desde que lo perdió, ya no hay nada que hacer. Esa pregunta, lanzada al tiempo, conecta con los debates de 2015 sobre la conveniencia de seguir viviendo. Sin embargo, en 2017 la madurez amarga se impone y brinda un trago amargo a su cumpleaños, aceptando que la vida sigue aunque la celebración sea imposible. La onbra refuerza el arco del año mostrando a un Solitario que convierte cada fecha señalada en recordatorio de su derrota existencial.