Ponzoña

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Letra

La noche es agria, y yo buscando la dulzura,
en los ojos apagados de un futuro que se burla
de este obstinado sufridor, que anhela tiempos nuevos
contemplando el cielo desde el mirador.

Y coronando su balcón...
el escritor muerto más vivo,
el santo más asesino.
El inmoral más reflexivo que ha parido
el sucio útero de un mundo pútrido preñado de castigos.

Observa la quietud del mar con odio en la mirada,
el sosiego del agua es la envidia de su ansiedad.
Quisiera ser el barco más veloz para cortarla
y observarla desangrarse hasta quedarse sin su calma.

Es mi maldad un gran halago;
pues en ella mora la debilidad del que admira lo no alcanzado.
Esta carcasa joven acoge un alma de anciano,
que ha soportado los veintiún veranos más aciagos.

Bajo la oscuridad una ciudad que calla,
descansa un mundo en guerra exhausto de librar batallas...
Duerme el humano, la toxicidad se evapora,
y si las nubes lloran, mañana lloverá ponzoña.

De momento el silencio nos salva...
Aspiremos las mejores vistas de esta mala víspera.
Hasta llenarnos los pulmones de vacío,
se volverán suspiros cuando cesen los aullidos.

¿Con quién habla este loco que medita sólo?
¿Acaso ya aprendió la soledad a hablar con genios?
Parece que presume de una compañía invisible,
o que su impúdico autoengaño no conozca límites.

Sabe que el tiempo le está tendiendo una trampa,
que las fauces hambrientas de la muerte salivean cuando le miran...
que si el demonio existiera se frotaría las manos con impaciencia.

Y por más que mira al impasible cielo,
no le devuelve el consuelo que su miedo pide a gritos.
Guarda con terror lo que le confesó el espejo:
"No hay más dioses ni diablos de los que te muestro".

Y coronando su balcón...
el escritor muerto más vivo,
el santo más asesino.
El inmoral más reflexivo que ha parido
el sucio útero de un mundo pútrido preñado de castigos.

Observa la quietud del mar con odio en la mirada,
el sosiego del agua es la envidia de su ansiedad.
Quisiera ser el barco más veloz para cortarla
y observarla desangrarse hasta quedarse sin su calma.

Y coronando su balcón...
el escritor muerto más vivo,
el santo más asesino.
El inmoral más reflexivo que ha parido
el sucio útero de un mundo pútrido preñado de castigos.

Mañana lloverá ponzoña,
el sosiego del agua es la envidia de su ansiedad.

Análisis Lírico

El poema se sitúa en una noche amarga donde el futuro se burla de su obstinación por sobrevivir. Vuelve a contemplar la ciudad desde un balcón (imagen que ya había aparecido en "Mirando el cielo desde las alcantarillas") pero ahora lo hace como "el escritor muerto más vivo", un santo asesino que reconoce su maldad como consecuencia de un mundo pútrido. El mar en calma se convierte en su antagonista simbólico; desearía ser el barco que lo corta para que la serenidad se desangre. Ese deseo de destruir la quietud muestra cuánto lo desespera la posibilidad de una paz que le es negada.

La obra se construye sobre una percepción envejecida del alma. Con apenas veintiún años, Solitario se siente más viejo que cualquier anciano, cansado de ver veranos aciagos. El silencio nocturno puede salvarlo momentáneamente, pero la lluvia del día siguiente será ponzoñosa. Esta visión enlaza con la progresión de 2017, en la que cada respiro es preludio de una catástrofe interior. Su soledad ha aprendido a hablarle, como si hubiera desarrollado una compañía invisible para seguir pensando sin volverse completamente loco. El autoengaño sigue sirviéndole de refugio, aunque reconoce que roza lo impúdico.

La revelación final llega cuando el espejo le susurra que no hay dioses ni diablos más allá de los que él mismo proyecta. Esta declaración retoma el solipsismo de "Costra afilada", pero lo coloca en un tono más contemplativo en el que no se trata solo de destruir la moral exterior, sino de aceptar que el único enemigo real se encuentra en su reflejo. La obra es una introspección nocturna que confirma la evolución de Solitario hacia una lucidez venenosa donde sabe que vive rodeado de trampas temporales y que el miedo solo obtiene respuestas cuando se mira de frente.