Algo
- Fecha de Publicación
- Etiquetas
- soledad
- odio
- nihilismo
- venganza
- curiosidad
- demencia
Letra
Hay una soga que me esta apretando lentamente el cuello
y yo esperando a que la asfixia rompa el sufrimiento,
el martirio se irá cuando el martillo dé en la mesa
y la parca aplique su inevitable sentencia.La vida debe ser bonita cuando no la sufres
hasta la muerte se ve dulce desde la agonía,
cuando la lucidez me ataca y empiezo a pensar
en el transcurso de los hechos, se me viene el mundo encima.Estuve indagando en sus perfiles personales
tengo sus nombres escritos en una lista
no es broma, se llama "demencia"
tarde o temprano os arrancaré esa sonrisa.Que alegría me da veros con estudios y pareja
con coche, una vida plena y una mente sana,
pero las cosas se tuercen cuando menos te lo esperas
no hallarás clemencia en ojos que perdieron la paciencia.Y cuando las nubes se ennegrezcan
huirán sus despavoridos sembradores
por jugar a ser dioses crearon demonios
cuya ausencia de cariño es suplantada por el odio.Yo solo quiero ser normal como todos
pese a tenerle aprecio a mi individualismo
que se traduce a la resignación de emplear el autoengaño
en la búsqueda de un algo positivo.¿Y con qué se rellena una vida vacía?
con ilusiones vacías y esperanza indefinida,
si no le pongo fin es por mera curiosidad
aunque preveo que moriré igual con veinte o con cuarenta.Cambiaría la experiencia de malas experiencias
el aumento progresivo de esta larga decadencia,
una soledad longeva y puede que alguna ausencia
de seres queridos, y no quisiera
que sea la que me dio la vida
aunque tarde o temprano lo inevitable vendrá
y si el poco amor que queda en mí se va
abriré mis brazos hasta desmembrarlos para abrazar la maldad.Y si el poco amor que queda en mi se va
abriré mis brazos hasta desmembrarlos para abrazar la maldad.
Análisis Lírico
Solitario profundiza en la tensión entre su deseo de normalidad y la pulsión vengativa que lo atraviesa desde la adolescencia. El poema inicia con la imagen de una soga que aprieta lentamente el cuello, aclarando que el sufrimiento no se extingue de golpe, sino que se prolonga hasta que la parca dicte sentencia. Esta metáfora dialoga con la apnea del mes anterior y señala una continuidad en su sensación de asfixia vital. La vida se muestra bella solo para quienes no la sufren, desde la agonía, incluso la muerte parecería dulce.
Posteriomente revela el resentimiento acumulado hacia quienes presume responsables de su deterioro. Solitario confiesa haber rastreado sus perfiles, anotado sus nombres y guardado la lista con el título "Demencia", en clara correspondencia con la canción homónima lanzada meses atrás. Esta vez, sin embargo, la amenaza es más concreta: les arrancará la sonrisa cuando los cielos se ennegrezcan. No hay clemencia posible para quienes jugaron a ser dioses y fabricaron demonios, la falta de cariño fue reemplazada por odio, motivo que repite desde "Ni olvido ni perdón" (2016) pero con una lucidez aún más sombría.
Finalmente Solitario confiesa su contradicción afirmando querer ser normal como el resto, aunque aprecia su individualismo porque lo protege mediante el autoengaño. Reconoce que mantiene la vida por mera curiosidad, aun previendo idéntico final a los veinte o a los cuarenta. Cambiaría toda la experiencia acumulada si pudiera borrar la decadencia progresiva que lo consume. Solo ruega que la muerte no se lleve a la madre antes de tiempo, recordando la preocupación filial de "Sin remordimientos". Cuando advierte que el poco amor que queda podría desintegrarse, asume que abrazará la maldad.