Sin remordimientos

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Letra

Te quiero más de lo que piensas
más de lo que me doy cuenta,
aunque en mis ojos sólo veas indiferencia
si no muestro cariño hacia ti es porque me cuesta
y sé que me arrepentiré el día en que te vayas.

Hace mucho ya que tiré la toalla
yo y mi cabeza loca, mis problemas,
es un drama familiar esto de tener un hijo enfermo
y una gran putada serlo (te lo aseguro).

No quiero que te mueras antes sin verme bien
no quiero que te mueras pobre y rica de ilusiones,
porque si eso sucede te juro que atraco todos los bancos del mundo
y quemo los billetes en tu nombre.

Por el puto dinero que nos denegó ser libres
porque las reglas que seguimos, ¿quién las pone?
toda la vida trabajando ¿de qué coño sirve?
si luego el que nació rico va a vivir entre laureles.

Y mientras nosotros teniendo que poner el culo
hasta para pagar la tumba el puto día que nos muramos,
no me hables de justicia que ese chiste ya no me hace gracia
por desgracia no tengo un humor tan negro.

Y los años pasan sin remordimientos
tan fríos como el corazón que porto,
no voy a pedirle explicaciones al tiempo
ya me cansé de gritarle a sus oídos sordos.

Ya sólo queda una explanada de desesperanza
algún que otro recuerdo bueno,
o bueno, que no fue tan malo
cuando la inocencia de la infancia aún conservaba veintiún gramos.

Pero esa luz se apagó como un gran faro
ya no me quedan ilusiones que me mientan,
aunque un obstinado ápice de intento de esperanza
aún siga aferrándose con fuerzas.

Reflexiono, bebo y lloro
cuando os vais de casa y me quedo solo,
me quema por dentro analizar la vida
me duele saber lo que nos depara.

Y si al menos el terreno fuera favorable
si tuviera el derecho a avergonzarme de quejarme,
restaría dificultad navegar por tiempos fáciles
y no esta existencia plena de limitaciones.

Y no sé qué mas escribir
esta mierda la compuse ebrio, así que...

Análisis Lírico

Solitario muestra una sensibilidad que rara vez permite salir a la superficie. El poema está dirigido a su madre y responde a la culpa acumulada por años de distancia emocional. Reconoce que la ama más de lo que muestra y que la enfermedad mental que arrastra desde la niñez se ha convertido en un drama familiar compartido. Esta confesión prolonga la línea de los pasajes más íntimos pero ahora incorpora un tono de madurez donde ya no promete sanar, sino que se esfuerza por impedir que ella muera sin verlo mínimamente estable.

La letra convierte la precariedad económica en motor de rebeldía. Solitario afirma que quemaría bancos si fuera necesario para liberar a su madre del yugo que impone el dinero, retomando la crítica social que en 2016 dirigía contra la meritocracia y el privilegio. La injusticia aparece como una ley estructural que condena a los pobres a poner "el culo" incluso para costear su propia tumba.

Solitario se muestra como poeta ebrio, reflexionando en soledad cuando la familia abandona la casa. El consumo de alcohol se ha vuelto un recurso habitual para anestesiar la mente y aquí acompaña la certeza de que la vida no ofrecerá terrenos favorables. Pese a todo, subsiste un ápice de esperanza con un resto de inocencia que se niega a apagarse del todo. Esa luz mínima evidencia que la evolución de Solitario en 2017 no se limita al nihilismo si no que también incluye una responsabilidad afectiva que lo ata a sus seres queridos. Este poema se posiciona en el punto donde la rabia social convive con la ternura, recordándonos que el dolor de Solitario no es solo personal, sino también familiar y de clase.