Decapitado

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Letra

Sería paradójico morir estando muerto
debo ser un ser invencible de momento,
insensible porque apenas ya ni siento
que puedo decir al respecto si no un "lo siento".

Lo siento por las cosas que no viviré
por ese iluso niño antaño creía que si,
por ese predecesor inocente que
deseaba ser mayor ignorante de su suerte y
ahora el reloj marca días y no segundos
las horas envejecieron y ahora son años.

El sol cada día me parece menos brillante
y creo que es porque antes lo miraban otros ojos,
ahora son proyectores de odio hacia el amor de otros
porque su corazón roto le parece injusto
él, que sembró bien esas sonrisas forzadas
y cosechó un rechazo del que ahora se apodera.

Ha decapitado su pasado
ha tomado el mal por bandera,
ahora que ve que la vida no tiene sentido
no tiene motivos por los que seguir las reglas.

Ha comprendido que el tiempo no es medicina
que no existe la magia y las cosas no cambian solas,
se ha dado cuenta de que es todo una mentira
porque sabe que un día le asesinara su propia vida.

Que no hay dioses si no personas con miedo
que el bien y el mal no existen porque no hay cielo ni infierno,
que vida solo hay una y él la vive bajo encierro
por una sociedad enferma que lo volvió enfermo.

Ahora pasa los días encerrado en su cuarto
buscando alegrías en su recóndito recuerdo,
mientras que aquellos demonios que cortaron sus alas
gozan de alborozos a los que él no tiene acceso.

Ahora sabe que la justicia no existe
que la moral y los valores son un chiste,
ha leído historia y se dado cuenta
de que la paz es un vulgar señuelo en esta mundo en guerra.

Ha decapitado su pasado
ha tomado el mal por bandera,
ahora que ve que la vida no tiene sentido
no tiene motivos por los que seguir las reglas.

Ha decapitado su pasado
ha tomado el mal por bandera,
ahora que ve que la vida no tiene sentido
no tiene motivos por los que seguir las reglas.

Tu puta madre va a seguir las reglas,
tu puta madre las reglas, cabrón...

Análisis Lírico

Esta obra lleva el pensamiento de la negación total al extremo. Si en obras anteriores como "Mundo de ciegos" o "Ni olvido ni perdón" ya se intuía un rechazo profundo hacia la moral y la divinidad, aquí esa postura se consuma en una filosofía de la ruina donde afirma no existe bien ni mal, ni justicia, ni redención posible. La vida, para él, ha dejado de ser un campo de lucha y se ha convertido en un acto de resistencia vacía.

Ha pasado de suplicar sentido a dinamitarlo por completo. Reconoce la ingenuidad del niño que alguna vez creyó en el futuro y el engaño de la esperanza. Su madurez llega en forma de decepción, cuando comprende que el tiempo no cura heridas sino que las fosiliza. De esa constatación nace el gesto de "decapitar" su pasado, o sea cortar la cabeza al yo anterior, borrar la memoria para no seguir sufriendo por ella. Sin embargo, este intento de liberación no lo redime, sino que lo empuja hacia una autodestrucción lúcida.

El aislamiento reaparece con su cuarto como prisión, pero ya no se lamenta, sino que se acepta como consecuencia inevitable de haber abierto los ojos. Solitario se describe encerrado entre recuerdos y demonios, testigo del triunfo de los mediocres y de la farsa social que premia la hipocresía. Su lenguaje se endurece y con la repetición final, insultante, marca el cierre de un ciclo de búsqueda espiritual.

En continuidad con los años anteriores, el poema muestra a un Solitario más nihilista, más consciente y más peligroso en su lucidez. La fe, la moral, el amor y la esperanza son cadáveres que ha decapitado con su palabra. En su lugar solo queda una convicción feroz, el vivir sin mentiras, aunque eso signifique no vivir en absoluto.