Amén
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- rebeldia
- nihilismo
- funebre
Letra
¿Quieres saber porque hago esta música horrible?
¿quieres saber porque hago temas de un minuto?
¿a qué clase de música te refieres?
¿y qué te hace pensar que estos son temas me pregunto?El día que de un concierto os quiero de luto
que el minuto de silencio no me vale una vez muerto,
desde quе vine a este mundo еstoy jodido
y si sigo vivo pienso joder este mundo.Me ha hecho tanto daño esta sociedad
que si un día no se lo devuelvo me sentiré mal,
mira este mundo de locos que se creen cuerdos
con una moral falsa y una falsa libertad.Estudia o trabaja, busca pareja
cásate, ten hijos y no te cuestiones nada,
piensa que abra otra vida y quítale el valor a esta
abre la boca y ponte de rodillas.
Análisis Lírico
En esta obra Solitario se muestra en una etapa de afirmación artística y vital donde la crudeza no es casual sino deliberada. Tras años de confesar su dolor, su soledad y su misantropía, aquí responde a quienes cuestionan su estilo breve y desgarrado. No escribe canciones al uso si no que compone manifiestos que condensan en un minuto la intensidad de su experiencia. La imagen del público "de luto" en su concierto y el rechazo al "minuto de silencio" post mortem conectan con su exigencia de reconocimiento en vida ya presente en textos anteriores como "Otro más".
Solitario también profundiza en su crítica al "guion" social, un motivo que atraviesa su obra desde "Desidia" y "Presente negro" hasta "Mundo de ciegos": estudiar, trabajar, casarse, tener hijos y no cuestionar nada representa la sumisión a una falsa libertad. La denuncia de la moral hipócrita enlaza con su creciente conciencia de injusticia y resentimiento descrita en "En deuda" y "Ni olvido ni perdón", donde el odio y la rabia se vuelven fuerzas activas.
Marca un punto de consolidación ya no solo expone su sufrimiento interior, sino que convierte ese dolor en una postura estética y política. Su nihilismo se reviste de autenticidad y su resentimiento se presenta como una ética personal. La obra amplía su diario existencial de la confesión íntima y autodestructiva a la declaración de principios, reafirmando a Solitario como un artista que canta desde las sombras con plena conciencia de su lugar y de su mensaje.