Hijo de puta
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- rabia
- paranoia
- culpa-familiar
- blasfemia
- ansiedad-social
- violencia-verbal
Letra
Son veinte años ya
eso dice el almanaque con su sonrisa burlona,
a mí no me hace ni puta gracia esta broma
si tu dios existiera sería un gran hijo de puta.Desconfío hasta de la sombra que me sigue
no soy feliz hay una voz en off que me lo impide,
casi mejor que me entre ya la esquizofrenia
a ver si surgen nuevas y conversan entre ellas
a ver si me deja ya tranquilo
llevo años caminando por el filo de un afilado cuchillo
que debe estar al rojo vivo
porque ha cortado y ha fundido todo lo que me hacía sentir vivo.De nombre "trastorno de ansiedad social"
una gran tarántula que teje en mi cabeza,
esta poniendo huevos y me tiene hasta la polla
no paro de desarrollar movidas nuevas.A mi madre no le voy a dar nietos
pero a las vuestras les daré a sus hijos muertos
y si es verdad eso de que el alma vuela
abriré fuego en el aire por si la zorra se eleva.No cuestiones mis palabras si no sabes
lo que es estar al límite, mejor cállate
sí, será mejor que te calles
que en esta lista negra guardo un par de huecos libres.No cuestiones mis palabras si no sabes
lo que es estar al límite, mejor cállate
sí, va a ser mejor que te calles
que en esta lista negra guardo un par de huecos libres.Puta de mierda...
Solitario
Análisis Lírico
Este poema continúa la línea íntima y agresiva que Solitario ha trazado desde sus primeros textos con la combinación de autodesgarro, desprecio por las normas y rechazo a la empatía ajena. En sus trabajos de 2014 ya se observaba ese encierro existencial y la escritura como refugio frente a la soledad y la desesperanza, motivos que aquí reaparecen potentes como telón de fondo.
Durante 2015 su voz se volvió más afilada y explícita en la confrontación con la sociedad y con la propia identidad, usando la provocación como instrumento de defensa y reafirmación artística. Aquel periodo dejó formuladas las contradicciones entre deseo de cambio y resignación que siguen presentes en este tema. En 2016, la acumulación de ansiedad, fantasías violentas y escenarios de autodestrucción cristalizó en imágenes recurrentes (tarántulas mentales, máscaras, listas de enemigos) que hacen de esta obra una continuación lógica: la tarántula que "pone huevos" es una metáfora directa de los trastornos y rumiaciones que ya había descrito.
Solitario se sirve de la grosería y la hipérbole no tanto para chocar gratuitamente como para materializar la violencia interna, con la blasfemia apunta a la traición metafísica (un Dios que no lo protege), las amenazas y la "lista negra" simbolizan la ira dirigida hacia un mundo que le ha negado salvación, y la referencia a la madre introduce la deuda afectiva y la culpa como motor del conflicto. La obra opera como cierre de capítulo y aviso, por un lado muestra agotamiento (caminar por el filo, cuchillo al rojo vivo), por otro la escritura actúa otra vez como terapia-agresión, es decir, la única forma en que Solitario procesa y magnifica su dolor.
Es una escalada de los motivos ya trabajados como la soledad y la desesperanza de 2014, la rabia artística y la búsqueda de autenticidad de 2015, y la paranoia y violencia simbólica de 2016 convergen aquí en una pieza que es a la vez confesión y ultimátum. La canción confirma que la escritura de Solitario funciona como diario público de una caída/juicio interno que no busca redención en el oyente, sino reconocimiento de su peso y, en ocasiones, la intimidación como mecanismo de supervivencia.
La obra es coherente con su evolución, más que novedad es intensificación. Solitario usa la violencia verbal y la blasfemia para nombrar lo innombrable y situar su obra como catálogo de supervivencia a través de la ofensa y la escritura.