Ni olvido ni perdón
- Fecha de Publicación
- Etiquetas
- soledad
- autenticidad
- rabia
- oscuridad
- venganza
Letra
Están hablando de sufrimiento con novia y colegas
¿entonces qué coño es lo mío sí eso son problemas?
¿qué coño les pasa en la cabeza a esos que piensan
que he perdido la cabeza por una depresión de mierda?Soy el sujeto ese que ves andando solo
ese tipo loco, ese chico raro,
esta oscuridad no la alumbra ningún faro
mi libertad se encuentra en forma de disparo.¡Diablos! qué lenguaje tan pagano hablo
con la de falsa moral que abunda en este mundo,
tu dios de mierda podrá eximir tus pecados
pero yo no soy un dios, ni olvido ni perdono.No tengo ese don ni lo quiero tampoco
aquí se hace y se paga a un elevado costo,
perdéis el tiempo creyendo en el karma
si quieres resultados busca venganza.Se trata de equilibrar la balanza,
igual de necesario el mal que el bien,
así se la juegues suficiente al incauto que lo niegue
y aprenda para la próxima vez.¿Quién osa decir que mis temas son profanos?
si es sagrada cada letra que canto, tanto
que si soltase esto en un convento
hasta las zorras del recinto gritarían "¡Aleluya!"Huyan, mejor huyan...
a esos sembradores de vientos, ¿quién les diría
que aquel débil brote soportaría la tormenta
y cerniría años más tarde madurada tempestad?No, no podrán pararlo
un árbol caído no se puede derribar
¿no comprendes que es infantil odiar al odio?
lo más sensato es que me quieras al final.Media vida jodida por problemas mentales
y están llorando como putas por banalidades,
no hables de movidas que no sabes,
mi mierda con esa mierda no la compares.Media vida jodida por problemas mentales
y están llorando como putas por banalidades,
no hables de movidas que no sabes,
mi mierda con esa mierda no la compares.No la compares, puta,
¡Tu puda madre! esa mierda no la compares.
Análisis Lírico
Con esta obra Solitario prosigue su exploración de la marginalidad emocional y la soledad radical que caracterizan su trayectoria. Desde la apertura, cuestiona la comprensión superficial de los demás, contraponiendo sus heridas profundas con los problemas triviales que observa a su alrededor.
El poema se convierte en un manifiesto de independencia moral que rechaza cualquier noción de perdón o reconciliación, afirmando que su justicia se ejerce a través de sus propios medios. La expresión de la ira, lejos de ser destructiva sin propósito, se presenta como un instrumento de equilibrio frente a la injusticia, un mecanismo de supervivencia emocional.
De igual modo refuerza la idea de que la autenticidad artística es inseparable del sufrimiento, cada verso es sagrado y constituye un testimonio de su realidad interior. La reiteración del reproche hacia quienes comparan sus problemas con los ajenos enfatiza la singularidad de su experiencia, consolidando una voz que desafía la moral establecida y reclama la legitimidad de su propia oscuridad.
En este punto de su evolución, Solitario no solo se observa como víctima de la incomprensión, sino como agente activo de su destino emocional, estableciendo un equilibrio entre la rabia, la lucidez y la autoafirmación.