Culpa
- Fecha de Publicación
- Etiquetas
- depresion
- escritura
- culpa
Letra
Otra mañana más escaso de ambiciones,
he soñado demasiado ya por hoy,
si me levanto es solo porque acecha el hambre
y sigo renunciando del suicidio todavía.Que no daría, por ser normal como esas putas
por tener a esa puta encima mía,
dime a quién tengo que matar para obtener la cura
que rompa la continuidad de esta agonía.Ser especial no me gusta,
sí soy especialista en depresión y paranoia,
estoy pagando un alto precio
por este libre pensamiento que me conduce a la amargura.A veces recaigo,
soy el dueño y a la vez el esclavo de mi trastorno,
acabaré siendo alcohólico con suerte,
eso si no acaba conmigo esta mierda antes.Podría ser feliz pero no tengo tiempo
estoy demasiado ocupado escribiendo,
tengo cosas más importantes que hacer
como no hacer nada y culparme por lo que no he hecho.Podría ser feliz pero no tengo tiempo
estoy demasiado ocupado escribiendo,
tengo cosas más importantes que hacer
como no hacer nada y culparme por lo que no he hecho.Una vida normal me queda muy lejos,
acciones cotidianas son para mi un mundo,
últimamente dependo del alcohol
para sedar esta tensión que me está matando.Buscándole el sentido a algo que no lo tiene,
si sigo vivo es solo para ver que viene,
la esperanza es lo último que se pierde
y pienso ya cambiaré mi vida el año que viene.Como todo los años, claro,
si me cortaran las venas cortaría por lo sano,
pero no he sufrido tanto para morir sin más
antes me llevo por delante a más de uno.Aún no sé que coño pinto en este mundo,
solo se que el resultado será oscuro,
ya dejé la pintura hace unos años
ahora trazo negatividad sobre el sonido.Podría ser feliz pero no tengo tiempo
estoy demasiado ocupado escribiendo,
tengo cosas más importantes que hacer
como no hacer nada y culparme por lo que no he hecho.Podría ser feliz pero no tengo tiempo
estoy demasiado ocupado escribiendo,
tengo cosas más importantes que hacer
como no hacer nada y culparme por lo que no he hecho.
Análisis Lírico
La obra retrata una cotidianidad erosionada por la apatía y la culpa. La mañana es ya un territorio desprovisto de ambición, su supervivencia se reduce a saciar el hambre y a posponer el suicidio. Frente al deseo de normalidad surge un resentimiento explícito hacia quienes representan esa normalidad, pero ese anhelo convive con la autoconciencia de ser "especial" (en desesperanza), lo que acentúa la alienación.
La escritura aparece como doble agente: oficio y verdugo. Es la tarea que desplaza la posibilidad de felicidad ("estoy demasiado ocupado escribiendo") y, al mismo tiempo, la forma en que Solitario se condena y se observa. La dependencia al alcohol es descrita como sedante necesario para mitigar la tensión interior, pero también como ruta que puede destruirlo. La recaída recurrente y la identificación simultánea como dueño y esclavo del trastorno muestran la falta de control y la repetición del ciclo clínico.
El poema no esquiva extremos, contempla la autolesión y evoca la posibilidad de hacer daño a otros, una maniobra retórica que expresa desesperación y furia contenida más que un proyecto concreto. La ironía final con la esperanza postergada hasta "el año que viene" subraya el ritmo de promesas vacías que caracterizan la progresión emocional de Solitario. Solitario documenta su descenso y su resistencia ambivalente: vive para escribir, pero escribir lo mantiene prisionero de su propia culpa.