Negación ft. Miranda

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Letra

Música por naturaleza
Estoy cansa'o todo me da pereza, eh, eh
¿y a quién le rezas?
si estás gastando tu tiempo en alguien que no te contesta.

Disturbios en mi cabeza,
guerra interna formando humaredas densas,
ah, ya se prendió la mecha
solo intento dormír pero esos entes aún me acechan.

Que nadie toque lo mío,
quien lo haga se meterá en un buen lío,
no estoy loco, no estoy loco, tío
aunque abra los ojos abraza'o por los sudores fríos.

Escalofríos, remordimientos,
realidades abstractas se amarran a mi puerto,
desconoceis el la'o oculto de la luna
al Igual que yo desconozco mis sentimientos.

No hay pretextos pa' no escribir todo esto,
no hay razón para guardarlo en mis adentros
¿quién te dice que lo que vivimos es cierto?
sí quizás solamente existo en tus pensamientos.

Rabia y furia fueron el preludio de una historia
constituida por la gloria del amor y el odio,
pero se acabó la gloria y comenzó aquella penuria
desde el día en que empezó a consumirme el folio.

Escribo ira, agobio,
la mayoría solo escucha el envoltorio,
siempre se repite el episodio,
escribiendo de bajón quemando el maldito escritorio.

Yo no voy copiando a nadie,
que no entienden que si escribo es porque duele,
que soy yo quien tiñe de rojo los mares,
que es el corazón el que se muere.

Que nadie toque lo mío,
quien lo haga se meterá en un buen lío,
no estoy loco, no estoy loco, tío,
aunque abra los ojos abraza'o por los sudores fríos.

Que nadie toque lo mío,
quien lo haga se meterá en un buen lío,
no estoy loco, no estoy loco, tío,
aunque abra los ojos abraza'o por los sudores fríos.

Si algún día me mato no caeré solo creedme,
os odio tanto que estoy empezando a quererme,
me la suda si el mundo se va a la mierda,
cuando lluevan bombas volarán billetes.

Socio cuida bien con quien te metes
que la locura causa homicidios imprudentes,
no soy un delincuente, ni me hace falta
soy un paciente y la paciencia se me acaba.

Cuando la presa se canse de ser la presa,
a ver esas putas a quien coño le rezan,
no hay crucifijo que os aleje de mi
porque el demonio no existe primo pero yo si.

Las clavo como puñales sobre la base
por no darle puñaladas a quien las merece,
me hago daño yo por evitar el ajeno,
tengo un corazón gigante.

En mi cuarto no hay cenefas maricón
tengo un Gotelé hecho a base de puñetazos,
cada nudillo marcado en este antro
expresa mucho más que cualquiera de mis párrafos.

Que nadie toque lo mío,
quien lo haga se meterá en un buen lío,
no estoy loco, no estoy loco, tío,
aunque abra los ojos abraza'o por los sudores fríos.

Miranda y Solitario, ¡puta!

Análisis Lírico

Esta obra registra un momento de clausura emocional que alterna entre la parálisis y la erupción. El poema lírico comienza desde la pereza y el hastío, para adentrarse rápidamente en un conflicto interno presentado como "disturbios" y "entes" nocturnos, la canción funciona así como bitácora de insomnio y hostilidad mental.

El núcleo temático es la reivindicación del espacio propio con la repetida invocación "Que nadie toque lo mío" articula una frontera entre el creador y el mundo, una defensa tanto del texto como de la integridad personal. Esa defensa adquiere tonalidades violentas y autolesivas con puñales, nudillos, gestos destructivos sobre el entorno, que testimonian la tensión entre el impulso protector y la propensión al daño.

Miranda alterna la confesión íntima con amenazas dirigidas al otro y con imágenes de culpa y remordimiento, por ello, su poema es a la vez confesional y performativa "escribo ira, agobio", declara, señalando que la palabra es el medio para canalizar y fijar la crisis.

El pasaje donde admite que, si se suicida, "no caeré solo", y donde reconoce que el odio está mutando en un torpe querer propio, revela una ambivalencia ética y afectiva, el antagonismo hacia el mundo deja paso a un tenue reconocimiento de sí.

La referencia a lo material (el folio, el escritorio, el Gotelé marcado a puñetazos) convierte el decorado doméstico en un registro de la biografía emocional, el poema no es mera queja, sino un archivo de heridas.