Se masca la masacre

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Letra

Estoy pensando, como cada día,
estoy pensando en qué pasaría
si esa puta me la estuviera chupando ahora mismo,
y yo no andase escribiendo versos sangrados en el ritmo.

Versos sagrados mejor dicho,
mis penas como himno de aquellos que callaron mucho tiempo,
otros piensan que es música y creen entenderlo,
claro que suena mal, si lo compongo descompuesto...

Desde las sombras de hace tiempo,
si siendo un neonato estuve en otro sitio, ya no lo recuerdo,
vivo desde siempre en el infierno
que creó mi mente para dar calor a un corazón de hielo,
y no quiero seguir ardiendo bajo cero...
antes os quemo a todos...
a todos me los llevo...
que aquí yo voy primero...

Porque esta vida es mía,
no es de otro,
yo pongo las reglas,
y si quiero no las pongo
Actúo a favor de mis pelotas,
las demás personas me sudan el nabo
que yo ya bastante he pasado,
por culpa de ser bueno,
ahora me suda un huevo ser malo,
contra más asco le tengo a la peña
menos asco me tengo a mí mismo,
no sé si me explico...

Si no me explico me la pela de todos modos,
escribo por mí mismo no para vosotros,
soy tan generoso que os lo regalo...
esta arteterapia de psiquiátrico...

Mis cuatro gatos deben de estar locos,
abre los oídos, tápate los ojos,
volverás cuando te los hayan sacado,
y entenderás la de verdad que despilfarro...

Estoy paranoico colega,
te juro que algún día me cargo a alguien...
os mandaré saludos desde las noticias...
un besazo pa' todos mi seguidores...

Yo'
Se masca la tragedia,
ando cabilando en la miseria,
estoy al límite, joder,
estoy al puto límite, ah,
se masca la masacre,
ya no hay límites, porque estoy al limite,
no limits, no limits.

Análisis Lírico

En esta obra, Solitario registra un día más de conflicto interior que se traduce en una declaración de soberanía sobre su propia vida con el arte como refugio y arma simultáneamente. La letra despliega una tensión constante entre la confesión íntima y la ampulosidad agresiva, se muestra a la vez herido por su benevolencia y decidido a devolver un saldo mediante la transgresión. La repetición de imágenes incendiarias (quemar, llevarse a todos, masacre) funciona como hiperbole escénica que articula la sensación de estar al límite.

La paranoia no es solo un estado pasajero, sino el telón de fondo estructural con la vigilancia de las propias pulsiones y la certeza de que, tarde o temprano, esas pulsiones estallarán públicamente. El recurso a lo coloquial y obsceno (expresiones vulgares, ritmo oral) refuerza la autenticidad performativa del poeta que no busca poesía neutra sino impacto y descarga.

La obra se presenta como una ofrenda deliberada a un público que no comprenderá del todo, un regalo al margen que simultáneamente reclama atención y la desprecia. El cierre deja constancia de la voluntad de ruptura, Solitario se erige como agente que impone sus propias reglas y anuncia, sin ambages, la consumación de la crisis interior. En términos de trayectoria, este texto consolida la imagen de un sujeto que escribe para sobrevivir, que vuelve la herida en manifiesto público y que, en su progresión, pasa de la queja amarga a la amenaza explícita, como un diario que registra la escalada emocional hasta el umbral de la acción.