Represión

Análisis
Solitario profundiza en la dualidad entre la persona que la sociedad percibe y la verdadera esencia que se oculta bajo una máscara. El invierno aparece como metáfora de su hábitat natural, un entorno frío donde encuentra un extraño confort. Sin embargo, este frío no es meramente climático, sino un estado anímico que representa distancia, desconexión y amargura. La juventud pesa sobre sus hombros como una mochila cargada de piedras, y cada año que se suma refuerza la sensación de carga, aunque reconoce que el amor podría transformarlo en alas.
La canción expone la represión de su identidad afirmando que Carlos es la fachada, mientras que Solitario es el ser auténtico, oculto tras el miedo al juicio ajeno. La necesidad de aparentar simpatía y llevar una sonrisa falsa se convierte en una cadena de mentiras que le obliga a reprimir sus pensamientos más oscuros. Su mente oscila entre la tristeza y la ira, en una bipolaridad que no le ofrece refugio ni en la melancolía ni en la rabia.
Aquí emerge un artista que se asume como creador desde las sombras, consciente de que su verdad es incómoda para el mundo exterior. La escritura, los folios del infierno, son el canal de expresión de lo que ha callado durante años. En este punto de su evolución, Solitario no solo confiesa su dolor, sino que marca una separación radical entre la persona social y el yo artístico, revelando que la represión de su verdadera personalidad es también la raíz de su angustia.
Letra
Con paso firme, pero intranquilo,
hago mi música cuando se acaba el ruido,
cuando se va el calor y empieza el frío,
me suelto, y encuentro confort dentro mío.Ahora que llega Invierno me siento en mi hábitat,
es una pena que no nieve en Málaga,
este corazón necesita demasiados
centigrados negativos para latir sin sentido.Para evitar romper la cadena de frío,
gélido y en el sur, dios no se aclaró conmigo,
ni yo mismo se dónde estoy, dónde me encuentro,
patidifuso en la inmensidad del infierno.Las cosas malas son más que las positivas,
y pesan mucho más, como llevar una mochila
llena de piedras, e intentar volar con esta
sin poder alzar el vuelo y acabar llevando a cuestas
todo el peso, dieciocho años a la espalda,
y uno más que se sumará a la carga,
pero te juro que si se me sube ella encima,
lejos de hacer más peso me saldrán alas.Aunque las cosas buenas nunca me pasan,
solo puedo estar con ella en lo que me dura la paja,
mi mente hace las delicias que mi subconsciente precisa,
mi cerebro se autoengaña...La oscuridad me da migraña,
pero me siento como en casa,
enredado desde hace milenios
en la tela de la araña, quédate en la puerta o pasa.Asómate, echa un vistazo,
tus ojos iluminarían el fondo de mi pozo,
o mejor quédate mirando,
como me muero y me desangro entre sollozos.Se me han cambiado los órganos de lugar,
donde estaba el corazón hoy la vesícula biliar
se encuentra en el centro, como si fuese el motor de mi cuerpo,
por eso estoy amargado y lleno de ira.Bipolaridad en cada tema,
pero ninguna de las facetas es buena,
igual que lloro porque todo es una mierda,
saldría y mataría a cientos de hijos de perra.Pero, me considero un chico bueno,
aunque la vida intente que no lo sea,
si muchos supieran lo que pienso,
sabrían que no saben una mierda.Me conocerás mejor por Solitario,
Carlos solo es la jaula donde lo guardo,
es el papel que hago, y no al revés,
joder, ¿entiendes de lo que hablo?Son las cosas que callé, y las que digo ahora,
es el miedo a lo que piensen las demás personas,
es, reprimir mi personalidad,
con tal de evitar que me conozcan.Es llevar una sonrisa que no es mía,
y a partir de ahí un cúmulo de mentiras,
es, intentar ser simpático,
porque si me muestro como soy voy a comisaría...Y te canto desde las sombras, puta,
para que te enteres de como es la vida aquí abajo.Cantando desde la sombras, ¡puta!
En el infierno, en el infierno también hay folios.