Desidia

Análisis
Solitario se adentra en un retrato íntimo de su estado anímico al borde de la adultez. A sus diecinueve años reconoce la necesidad de dar un giro a su vida, pero lo hace desde una visión cruda y desencantada. Su encierro voluntario en un "habitáculo cerrado" simboliza tanto la protección frente a un entorno hostil como la cárcel autoimpuesta de su mente. Frente a la tentación de las soluciones químicas, el rap se erige como terapia: no finge, no engaña, sino que canaliza un dolor que persiste en forma de cicatriz.
El autor confiesa que su impulso creador no nace de la inspiración romántica, sino de la herida existencial. Escribir es un sustituto del suicidio cuando el cuchillo se transforma en bolígrafo, y cada verso deviene acto de supervivencia. Esa sinceridad brutal rompe incluso con la noción de "hacer música", pues no busca entretener sino desahogar. La monotonía y el abandono personal, expresados en su barba descuidada y su rutina sin brillo, reflejan una vida dominada por la apatía.
No obstante, bajo la sombra de la muerte se insinúa un anhelo de transformación con trabajar, sanar y devorar el mundo antes de ser devorado. La obra representa a un joven marcado por el sufrimiento que, pese a la desidia, empieza a vislumbrar la necesidad de un cambio vital, aunque todavía con la incertidumbre de si podrá alcanzarlo.
Letra
No soy de calle, soy de habitáculo cerrado,
me falta tiempo para crear mi espacio,
pero me sobra todo el odio que he guardado,
los pecados condensados caerán, como hojas en otoño.Voy camino de los diecinueve,
prometo que este año haré algo más que lo de siempre,
encontrar un curro es el primer paso,
invertir en mi medicación será el siguiente.Nada de pastillas ni mierdas que engañan,
mi sanación es auditiva, y me cura el alma,
mi fobia social prácticamente está extinta,
pero la herida que abrió sigue estando intacta.Siempre quedará la marca...
siempre quedará la marca,
una herida de guerra con la que cuento,
pa' poder decir "estuve muerto" y mírame ahora,
ya casi ni lo aparento,
para estar hecho una mierda mira qué bien me conservo.De vez en cuando vienen cuervos,
se presentan en formato humano, creen que soy ciego,
quieren sacarme los ojos para que no vea,
más allá de lo que nunca vieron ellos.No conozco la inspiración,
conozco lo que es escribir por estar jodido,
no tengo que esperar a que me llegue o se me vaya,
aquí nadie está escribiendo un libro.Más bien es una nota de suicidio,
de un suicida con miedo a coger el cuchillo,
que decidió coger un boli,
una forma más suave de acabar con uno mismo.El tiempo está perdido si no gano,
quiero cortar todo lo insalubre por lo sano,
la idea está en comerme el mundo,
antes de que me coman los gusanos.Una base monótona, como mis pensamientos,
suena aburrido porque expreso lo que quiero,
si digo que hago música te miento,
y hay momentos que prefiero ser sincero.La incuria me posee de nuevo,
el abandono, la dejadez que llevo,
con una barba que me llega hasta la polla,
y ya me afeitaré si eso cuando llegue al suelo...
y ya me afeitaré si eso cuando llegue al suelo...